El Parlamento griego ha aprobado por 155 a favor y 138 en contra el nuevo paquete de medidas de ajuste presentado por el Gobierno de Yorgos Papandreu y que había sido exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea para desbloquear el siguiente tramo de ayudas financieras en el marco del plan de rescate del país heleno, que evitaría así declararse en suspensión de pagos.
A pesar de que el partido de Papandreu, el socialista PASOK, contaba con una escasa, aunque suficiente, mayoría en la cámara, con 155 de los 300 diputados, el escaso margen de ésta, la negativa de la oposición a sumarse al plan y la creciente presión de la opinión pública del país, que ha vivido una nueva huelga general coincidiendo con las deliberaciones parlamentarias que desembocó en incidentes violentos frente al Parlamento durante todo el día, hacían temer por la capacidad del Ejecutivo heleno de sacar adelante la propuesta.
Finalmente, 155 diputados votaron a favor de los recortes, mientras 138 votaron en contra y se contabilizaron 5 abstenciones, mientras que dos diputados no estuvieron presentes en la votación. No obstante, cuando se cumplía prácticamente media hora del comienzo de la votación, que los diputados realizaron oralmente y uno por uno, el proyecto de ajustes recibía ya el respaldo de los 151 diputados necesarios para sacar a delante el paquete de medidas.
De hecho, finalmente únicamente uno solo de los tres socialistas 'rebeldes' que habían expresado su oposición al nuevo plan de ajustes cumplió su amenaza, tras lo que ha sido expulsado del PASOK, mientras que la propuesta del Gobierno recibió el respaldo de un miembro de la oposición.
Tras lograr este miércoles la aprobación del Parlamento al conjunto del programa de ajustes, Papandreu deberá someter mañana a una nueva votación los detalles del plan de ajuste, que cuenta de plazo por parte de sus socios europeos hasta el próximo 3 de julio para ser promulgado y desbloquear así la concesión del nuevo tramo de ayudas por importe de 12.000 millones de euros.
Grecia debe hacer frente a vencimientos de deuda por importe de más de 12.000 millones de euros hasta finales del próximo mes de agosto, por lo que de no recibir esas ayudas Atenas se hubiera visto forzada a declarar la bancarrota del país.
En este sentido, el gobernador del Banco Central griego, George Provopoulos, había advertido en declaraciones al diario 'Financial Times' de que un "no" del Parlamento hubiera sido un "suicidio" para Grecia.
78.000 MILLONES ENTRE RECORTES Y PRIVATIZACIONES.
Este nuevo paquete de medidas de austeridad contempla nuevos recortes en el gasto público y subidas de impuestos, con los que Atenas pretende mejorar en más de 28.000 millones la recaudación hasta 2015, un incremento que alcanzaría los 78.000 millones al sumar los ingresos previstos por el agresivo programa de privatizaciones anunciado, que ronda los 50.000 millones.
En concreto, el Ejecutivo griego pretende obtener 15.000 millones de euros mediante la privatización de empresas públicas en los dos próximos años, cifra que se incrementaría en 35.000 millones adicionales con nuevas privatizaciones hasta 2015.
Así, el Gobierno heleno pretende vender participaciones en las compañías estatales de telefonía, juegos de azar, gestión aeroportuaria y electricidad.
En este sentido, el diario griego 'To Vima' señalaba que la aplicación de este nuevo plan de austeridad puede suponer para los hogares griegos una carga adicional de 2.795 euros anuales, equivalente a los ingresos mensuales de una familia media en Grecia, lo que podría amenazar la recuperación de la economía del país, que lleva tres años en recesión y que se espera que su PIB en 2011 retroceda otro 3,8%, mientras su deuda pública, la más alta de la UE, alcanzará un récord del 166% en 2012.
La aprobación de este nuevo plan de ajuste había sido la condición impuesta por la 'troika' para desbloquear la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos en verano.
Además, los líderes europeos habían prometido a los griegos, si daban su visto bueno al programa, un nuevo rescate de 100.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades de financiación del país hasta 2014.
DISTURBIOS EN ATENAS.
Desde primeras horas de este miércoles, la Policía griega ha mantenido enfrentamientos con manifestantes que intentaron impedir el acceso al Parlamento y cuyo dscontento crecía a medida que aumentaban los apoyos al plan de austeridad.
El país vive desde el martes una huelga de 48 horas convocada por los sindicatos en protesta por las medidas de recorte planteadas por el Gobierno de George Papandreou.
Ayer ya se habían producido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y jóvenes manifestantes en la plaza Syntagma, donde nuevamente se concentraron este miércoles miles de manifestantes a los que la Policía trató de dispersar con cargas y el lanzamiento de gases lacrimógenos después de que la multitud derribara las vallas metálicas instaladas frente al Parlamento, obligando a los agentes antidisturbios a replegarse.