Caída en picado de las bajas de vehículos. Las largas esperas para conseguir un coche nuevo están haciendo que alarguemos la vida útil de nuestros turismos. Y quienes más lo están notando son los desguaces. Falta materia prima para sus recambios. Las visitas a estos centros se han reducido drásticamente. La vía de escape está en Internet.
"Tienes que invertir más, hay más competencia y este es un sector como otro que no lo está pasando bien ni mucho menos", lamenta José Magadán, presidente de la Asociación Desguaces Castilla y León.
En los últimos años las bajas de vehículos han caído en picado. Nuestro parque automovilístico está envejeciendo a gran velocidad, y en estos centros se busca lo mínimo para pasar la ITV: "Lo que se nos está demandando ya no es carrocería, no es mecánica grande es piezas más bien pequeñas", asegura.
Y frente a las visitas físicas, se están imponiendo las digitales. En la web de Desguaces Velázquez ya casi la mitad de los productos viajan fuera de nuestras fronteras. Su página en Internet es su mejor escaparate, por eso tienen dispuesto un set de fotografía desde donde muestran mejor sus piezas a sus futuros compradores. La pandemia también ha dado un giro de tuerca a nuestra mentalidad. "Con las toneladas de emisiones que se generan al producir un coche nuevo, ahora los clientes tienen más en cuenta comprar algo que ya existe", afirma Juan Velázquez, director de Desguaces Velázquez.
Pero la escasez de materia prima ha disparado el precio de por ejemplo la chatarra. Y eso está permitiendo que muchos desguaces capeen la tormenta de la falta de clientela en sus centros.