Desde 2002 el euro ha dotado a Europa de una mayor identidad común, así lo asegura Francisco Fonseca, profesor de derecho internacional en la Universidad de Valladolid. La letra épsilon, símbolo de esta moneda, está presente en 26 países. Croacia ha sido el último en sumarse a la eurozona y el próximo podría ser Bulgaria. El cambio en España ya fue hace 22 años y, aunque tuviera su mayor crisis en 2008, la moneda común ha dado una mayor estabilidad a la zona económica, convirtiéndose ya en la segunda divisa más cotizada del mundo.
Pero el euro también esconde muchas curiosidades. Una de ellas es que fabricar monedas de uno y dos céntimos supone un gasto mayor al valor que representan o que los puentes que salen en los billetes son ficticios para evitar conflictos.
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