Europa Press / Tokio
El Ministerio de Sanidad de Japón ha instado a los residentes en un pueblo de la prefectura de Fukushima a no beber agua del grifo debido a los materiales radiactivos detectados en ella, aunque ha descartado que su consumo suponga un riesgo inmediato para la salud humana, informa la televisión estatal NHK.
De acuerdo con las mediciones realizadas, el agua de la localidad de Iitate triplica los niveles normales de radiación. El ministerio ha detectado 965 becquerelios de yodo radiactivo cuando lo habitual son 300 becquerelios.
En consecuencia, ha desaconsejado a sus 3.700 habitantes el consumo de agua, aunque ha señalado que ésta es apta para la higiene personal y para cocinar los alimentos.
En referencia a la radiactividad advertida en los vegetales cultivados en las prefecturas de Gunma, Tochigi (centro) y Chiba (centro-este), el organismo ha asegurado que no supone una amenaza para la salud, pese a que rebasa los límites normales.
En estas prefecturas, ubicadas al sur de Fukushima, se ha detectado una radiación excesiva en las hojas de espinaca. Así, las autoridades de Gunma han ordenado a las cooperativas locales que interrumpan el envío de productos hortícolas y asuman la devolución de los ya enviados.
El mayor problema está en las espinacas de algunas localidades de Ibaraki (centro-este), que superan 27 veces los niveles legales de radiactividad. Sin embargo, las autoridades han delegado en los gobiernos municipales la decisión de cesar voluntariamente el comercio de alimentos posiblemente contaminados.