Tres años tarda una trucha en alcanzar el tamaño óptimo para su pesca. A la cría, engorde y transformación de estos peces se dedica desde hace más de 30 años Juan Sánchez, un empresario extremeño afincado en la montaña palentina.

Trabaja en la Piscifactoría de Campoo, en Aguilar de Campoo.  La piscifactoría cría cerca de 2,5  millones de alevines, cuyas huevas vienen en su mayoría de Francia. Estos renacuajos tardarán más de un año y medio en alcanzar su tamaño adulto.

El agua es el elemento fundamental para conseguir la mejor calidad de estos ejemplares. Es por ello que piscifactoría se encuentra cerca de un manantial que vierte agua siempre a una temperatura no superior a los 9 grados.

La empresa exporta la mitad de sus productos. Vende la trucha fresca o ahumada, y en los últimos años se ha lanzado a comercializar una línea de productos transformados como sería el caso del pastel de trucha.