Ante la mirada emocionada de la Reina, los Príncipes de Asturias han iniciado la trigésima gala de entrega de sus premios. Unos galardones orientados a ensalzar el humanismo en todas sus variantes, como la lucha contra el uso de la identidad como arma de los escritos del franco-libanés Amín Maaluf, Premio de las Letras, o la minuciosidad del equipo de arqueólogos del Mausoleo de Xian, Premio de las Ciencias Sociales. También reconocen la Historia más reciente, como los estudios de los psicólogos Touraine y Bauman, que han recibido el galardón de Comunicación y Humanidades.

Y este año los valores del Príncipe de Asturias los han representado también un grupo de españoles, la selección nacional de fútbol, que en su humildad y modestia no han dudado en saltarse el protocolo para acordarse de algunos que contribuyeron en su gesta aunque no llegaran a ella: Luis Aragonés y Ángel María Villar.

Don Felipe ha pedido que todos los españoles asuman valores para capear el temporal que atraviesa el país. Quiere que España no baje la cabeza, como no lo hacen los premiados en sus campos. Por ello, antes de clausurar la gala ha recordado a Ortega y Gasset, quien decía que sólo es posible avanzar cuando se mira lejos.