La plaza de San Marcos recibe a la plantilla más multicultural de la liga Asobal. El Ademar de León cuenta en sus filas con jugadores de ocho nacionalidades distintas que han llegado al vestuario marista motivados por la tradición. "En Brasil se habla de los clubes de Europa; en España, de Barça y Ademar", explica el brasileño Guilherme Borges 'Santista'.
Muchos dan aquí los primeros pasos en el balonmano. Es el caso del surcoreano Kim Jinyoung, el último en llegar, que vive su primera experiencia en Europa. Las diferencias, asegura, son notables. "Aquí los jugadores son más altos, en Corea son más bajos".
Los veteranos ayudan a que la adaptación sea más sencilla. Entre tantas culturas hay un idioma que prevalece, "el del balonmano". "Para jugar no tienes que hablar en ningún idioma, solo jugar. Con el inglés nos entendemos", apunta el técnico Manolo Cadenas.
Aún así, desde hace unas semanas están recibiendo clases de español. "Nos ayudará a adaptarnos y a comunicarnos. También será útil para el equipo", afirma el griego Nikolais Liapis. Porque todas las piezas se van ensamblando para remontar el vuelo de cara a la segunda parte de la temporada.