El pánico a la fuga radioactiva no sólo se vive en Japón. Mucha gente que vive en la costa oeste de Estados Unidos (donde ya se han encontrado partículas radioactivas procedentes de Fukushima) compra en masa pastillas de yodo, sustancia que previene de la intoxicación. Una situación demasiado preventiva y que puede ser perjudicial para la salud si se toma sin necesidad.
El miedo es irracional, pero a veces, infundado y en este caso no es necesario hacerse con pastillas de yodo, sustancia que previene de una intoxicación radioactiva.
Quizá no haya pánico, pero si preocupación. Fruto de ello se origina que empresas que fabrican detectores de radioactividad, que vende a través de internet, estén desbordadas y apenas tengan existencias para surtir al mercado nacional e internacional.