En el sistema educativo actual, el lugar que ocupa el sector primario es mínimo. Esta es la conclusión a la que, tras dos años de estudios, llegó la organización agraria COAG. En este caso vieron como, en los libros de texto, la imagen que se da sobre el trabajo que realizan a diario los agricultores y los ganaderos dista mucho de la realidad. La información que se da sobre el sector es mínima y se basa en el modo de actuar que se seguía hace varias décadas. Algo que provoca el rechazo de los niños de cara a dedicarse a este oficio en un futuro.

Solución: acercar el sector a los más pequeños

Las soluciones para cambiar esto pasan por modificar los libros de texto o incluir una asignatura dedicada completamente al sector. Además, cobra importancia el que los niños puedan conversar con los profesionales agrarios. Por lo tanto, la idea es que los agricultores y los ganaderos acudan a las aulas y, al mismo tiempo, los más pequeños conozcan las granjas e, in situ, puedan ver como se produce la leche, la carne o el queso, por ejemplo.