En Julián Martín saben lo que es hacerse cargo de todo el proceso de elaboración de un producto de calidad. Todo empieza en la dehesa, donde el alimento del animal es determinante, y continúa en la fábrica, para elaborar los mejores jamones y embutidos y así mantener la excelencia de esta empresa familiar. Pero también el proceso final, es decir, el etiquetado y empaquetado correcto para su posterior venta, debe ser exquisito, buscando todas las alternativas que el mercado demanda.