El escándalo que salpica al partido del presidente Sarkozy por supuestas irregularidades en su financiación con fondos de la multinacional L’Oreal se ha cobrado la primera víctima. El Ministro de Trabajo ha dejado su cargo de tesorero en la formación política aunque se mantiene al frente de la cartera.
En horario de máxima audiencia, y para la televisión pública francesa, Sarkozy concede una entrevista en los jardines del Elíseo para hablar de lo que habla todo el mundo en Francia: las supuestas irregularidades financieras de su partido, gracias a los fondos del imperio L’Oreal.
La sombra de la duda se cierne sobre el Ministro de Trabajo. Eric Woerth está acusado de aceptar donaciones privadas de Liliana Bettencourt, la mujer más rica de Europa y propietaria de una de las multinacionales de la cosmética más populares. Dinero, que luego habría destinado a financiar de la campaña electoral de Sarkozy en las presidenciales de 2007.
Pero no es la única sospecha. Presuntamente, habría evitado a Liliana Bettencourt que fuera investigada por Hacienda. Acusaciones que el presidente francés niega. “Está absuelto de toda sospecha. No hay razón por la quiera deshacerme de él” asegura Nicolás Sarkozy. Pero justo un día después, el ministro de Trabajo renuncia a ese cargo en la formación política.
Intacta, al menos por el momento, su competencia al frente de la cartera de Trabajo, Woerth tiene por delante la difícil tarea de sacar adelante la reforma de las pensiones, uno de los objetivos más apremiantes del Gobierno, y una de las cuestiones más polémicas en Francia. Como polémica es también la prohibición del velo integral en todo espacio público, que convertiría al país galo en el segundo que lo hace, detrás de Bélgica.