¿Se imaginan pasar dos semanas en un pequeño barco remando doce horas diarias y descansando lo justo? Pues ese va a ser el nuevo reto del vallisoletano Antonio de la Rosa el próximo mes de octubre. Su aventura extrema, bautizada Expedición Antártico, le hará cruzar el estrecho de Drake a remo y en solitario desde el sur de la Patagonia argentina hasta la Antártida (mil kilómetros), para después transformar la embarcación de apenas siete metros de eslora en un pequeño velero y continuar navegando una distancia promedio de 2.000 kilómetros que separan la zona peninsular del continente Antártico de la Isla de Georgia del Sur. "Creo que estoy en el momento perfecto de mi vida para plantearme hacer esta difícil y arriesgada expedición", afirma de la Rosa.
Nuestro protagonista, que empezó “nadando en Valladolid y remando en el Pisuerga”, emulará el arriesgado viaje que, hace algo más de cien años, realizó el explorador polar Emest Shakelton para poder salvar su vida y la de los tripulantes del Endurance, quienes durante dieciséis meses quedaron atrapados en la gélida región Antártica. Su reto terminará con un recorrido con esquíes hasta alcanzar la estación ballenera de Husvik.
Este aventurero afincado en Madrid ha realizado diecisiete expediciones en los últimos veinte años. Cruzar Laponia a pie y con esquíes, atravesar el Atlántico a remo en solitario o recorrer en bicicleta cerca de 2.000 kilómetros en Alaska, son algunos de sus retos más destacados. Sin embargo, ninguno tan llamativo y arriesgado como el que afrontará dentro de unas semanas.