Estamos acostumbrados a ponerle rostro de mujer al cáncer de mama pero este tipo de tumor, aunque en menor incidencia, también afecta a los hombres. En concreto, en uno de cada cien casos. Las autoexploraciones, gesto muy común entre las mujeres de más de 50 años, debería serlo también para ellos.

José Agüera, un vallisoletano que ha vencido a la enfermedad, llevaba conviviendo con el bulto muchos meses. No le dio importancia hasta que vio un programa de televisión que hablaba sobre el cáncer de mama en los hombres. Entonces fue cuando empezó a sospechar que tal vez era lo que él tenía.

Esperó a estar jubilado para acudir al médico. En cuanto se lo tocó supo que había que extirparlo. Una semana después estaba en el quirófano. Le cortaron la mamila. Mes y medio más tarde le extirparon los ganglios linfáticos.

A lo único que se negó José fue a recibir quimioterapia. Veinticinco sesiones de radioterapia después continúa haciendo una vida totalmente normal. Tan sólo acude al hospital cada cierto tiempo a que le realicen un drenaje linfático para evitar que el brazo se le hinche.

Cada año son diagnosticadas de cáncer de mama en España alrededor de 22.000 personas. Desde hace cinco años los oncólogos optan por desarrollar biomarcadores y test que puedan establecer tratamiento más específicos para cada paciente. No todos los enfermos tienen por qué recibir quimio tras la operación.