Rasquera, un pueblo de Tarragona ha encontrado en la droga la fórmula para sanear las cuentas del ayuntamiento. La idea que ha tenido su alcalde es tener una plantación de marihuana que se destine a fines terapéuticos con la que sacar dinero para pagar las deudas. Se lo ha plateado tan en serio que este miércoles se va a votar la propuesta en el pleno municipal. Si sale adelante tendrán que ver de qué manera pueden burlar la ley.
Dicen que dispersa y relaja la mente. En un pueblo de Tarragona pretenden que les ayude también a relajar la presión de la crisis económica. Apretados por las fianzas, los vecinos de Rasquera han llegado a una conclusión: tienen campos fértiles alrededor del pueblo, entonces, por qué no emplearlos en plantar marihuana. El ayuntamiento cree que les puede reportar unos ingresos de 550.000 euros anuales y creará decenas de puestos de trabajo. Esto es lo que convence a los vecinos aunque algunos no lo ven tan claro.
No quiere decir que el pueblo entero se vaya a poner a consumir marihuana. Se trataría de producirla para la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo,que cuenta con 5.000 socios y que recurren a ella con fines mayoritariamente terapéuticos. No obstante, algún lugareño ve algunos riesgos.
Si lo aprueban los vecinos, el Ayuntamiento estudiará la legalidad de la iniciativa y creará dos empresas locales para gestionar las plantaciones.