No sólo trabajos directos en las 620 bodegas que existen, también empleos indirectos sobre todo en el ámbito rural.
Es tiempo de vendimia y de trabajo en el campo. Sólo en la Ribera del Duero la recogida de uva genera entre septiembre y octubre 4.000 puestos de trabajo.
El del vino es un sector que genera empleo. En torno a la vendimia, lo vemos todos los años por estas fechas. Pero también en torno a todo el proceso de elaboración del vino y a su comercialización.
Y aquí encontramos oficios artesanales como el de tonelero, que por cierto tiene demanda porque nos dicen que escasean, y también profesiones menos manuales y más creativas como la de publicista. Porque al final el vino tiene que venderse y en una estantería cuenta eso de "entrar por los ojos".