El viceministro de Exteriores de Libia, Jalid Kaim, ha asegurado que la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a favor de establecer una zona de exclusión aérea sobre este país es un "desafío" para la comunidad internacional. Así lo ha manifestado en una rueda de prensa, transmitida por la cadena Al Yazira.
En lo que supone la primera reacción del régimen de Muamar Gadafi a la resolución de la organización internacional, Kaim ha destacado la protección a la población civil y la unidad del territorio libio, como dos aspectos del texto en los que coinciden las aspiraciones de la comunidad internacional y de las autoridades libias.
"Nuestra intención es proteger a los civiles en cualquier parte del país. El Ejército y las fuerzas de seguridad solo quieren proteger a los civiles y garantizar la vida", ha aseverado. El viceministro ha comunicado directamente esta misma idea al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
No obstante, ha advertido de las consecuencias que tendría armar a la oposición. "Cualquier país que entregue armas a los rebeldes tendrá que ser responsable, porque ayudará a que los libios se maten unos a otros", ha alertado, en referencia a una eventual intervención militar.
Asimismo, el político ha mostrado su agradecimiento a los cinco países que se han abstenido en la votación de la resolución, estos son Brasil, India, Rusia, China y Alemania. "¡Qué sorpresa!", ha dicho en relación a este último. Los diez miembros restantes del organismo han apoyado la iniciativa.
La rueda de prensa ha terminado de forma abrupta cuando un grupo de personas, situadas al fondo de la sala y enfundadas en banderas libias, ha comenzado a gritar consignas. "Esto es una celebración, estamos seguros de nuestro líder", ha comentado Kaim, al aclarar que eran manifestantes pro-gubernamentales.