Tendremos que pagar más los medicamentos, y hay quien incluso propone que empecemos a pagar por la sangre. Lo ha dicho el presidente de una de las principales empresas productos hemoderivados, la compañía Grifols, la que ha visto en las donaciones de plasma todo un negocio.                  

La empresa pagaría de 60 a 70 euros semanales a los donantes para la fabricación de medicamentos hemoderivados. Lo plantea como un ingreso extra para los parados y como crecimiento económico del país. Además, aseguran que crearía hasta 5.000 puestos de trabajo.

Sin embargo, las asociaciones de donantes rechazan categóricamente esta opción y defienden el altruismo frente al negocio.

Lo cierto es que indirectamente España sí que paga por donación de sangre. Es un país deficitario, por lo que importa plasma estadounidense, en concreto, 300.000 litros de plasma al año.