El primer gran zarpazo de Eta en Castilla y León se produce el 17 de agosto de 1990 también en Burgos. Un coche bomba estalló en la Comisaría de Policía. El edificio terminó totalmente destruido, y milagrosamente sólo hubo que lamentar heridos leves.

El 2 de septiembre de1992 una bomba lapa adosada en los bajos de un coche estallaba en el Paseo de la Estación de Salamanca. Perdió la vida el coronel de Caballería Antonio Heredero Gil.

Tres años después, el 10 de noviembre de 1995 Eta vuelve a atentar en Salamanca. En esta ocasión el capitán de Caballería Juan José Alista pierde las dos piernas tras explosionar en su vehículo una bomba lapa.

El día de la lotería, el 22 de diciembre de 1995, 500 gramos de amonal estallaron bajo el asiento del comandante de artillería Luciano Cortizo Alonso. Fallece en el acto.

En Burgos, en Miranda de Ebro el 8 de octubre de 2000, tres terroristas colocaban una bomba en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. No se lamentaron heridos graves.

Eta vuelvió a atentar el 16 de julio de 2000 en Agreda, Soria. Un coche con 30 kg de material explosivo estalla frente a la Guardia Civil.

El día de la Constitución de 2004 dos llamadas en nombre de Eta al diario Gara avisaron de la colocación de siete artefactos en Avila, Valladolid, León, además de otros puntos de España. Las fuerzas de seguridad acordonaron y desalojaron las zonas, aunque los artefactos no estallaron exactamente donde se había señalado.

Hasta esta madrugada el último atentado de Eta se perpetró en Ávila. Una furgoneta bomba explosionó en 2005 el polígono industrial de Vicolozano. No causó heridos pero si importantes daños materiales.