Francia, de nuevo paralizada contra la reforma de las pensiones. La ciudad de Nanterres se ha despertado este martes con sus calles cortadas a causa de los disturbios. La policía ha tenido que hacer frente a las protestas de cientos de jóvenes manifestantes.

El presidente Sarkozy ha formado un gabinete de crisis pero no parece dispuesto a que las quejas tiren por tierra su propuesta de retrasar hasta los 62 la edad de jubilación. “Ustedes saben la importancia de la reforma de cara al futuro. La reforma es esencial. Francia se ha comprometido a ello y seguirá adelante” ha afirmado el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

La ruta aérea entre París y Tolouse es la más utilizada en Francia. Pero los aeropuertos que unen ambas ciudades han amanecido prácticamente vacíos. La mitad de los vuelos nacionales se han cancelado y otros muchos sufren retrasos. En las estaciones de trenes, la situación es muy parecida.

Muchas gasolineras, en torno a un 20 por ciento en todo el país, permanecen fuera de servicio por falta de combustible. Las que aún cuentan con suministro no dan abasto.

12 refinerías están paradas y pese a las amenazas del Gobierno, los trabajadores de esta planta continúan bloqueando el acceso.

El metro es el único medio de transporte público que funciona casi con normalidad.

En España, han tenido que ser cancelados 20 vuelos, pero las consecuencias no se han dejado notar en Castilla y León porque para hoy no hay conexiones programadas con el país galo.