En catástrofes como la de Japón, la labor de los equipos de rescate es fundamental. Ayudan en la búsqueda de personas y logran salvar muchas vidas. Pero para que eso sea posible es necesaria una preparación exhaustiva.
Asistimos a una clase de rescate bajo el agua. Lo primero es tener bien claro cuál es la situación a la que nos enfrentamos. Igual de importante es contar con todas las medidas de seguridad. El curso lo imparte una empresa privada para bomberos y otros equipos de emergencias. “Van preparados con procedimientos nuestros que ellos asimilan para luego aplicarlo en su día a día” asegura Antonio Lobera, director de Forespro.
Con todo dispuesto, es el momento de llevar a cabo la práctica. Un vehículo ha quedado sumergido en el agua arrastrado por una riada, y con él, sus ocupantes. Lo primero que hay que hacer asegurar el coche y ver si hay víctimas. Una labor arriesgada en la que pueden surgir innumerables peligros.
Por mar, por tierra o por aire…nuestras vidas dependen de los equipos de rescate.