El periodo de pesca del cangrejo está abierto desde el 1 de junio y continuará hasta el 31 de diciembre. Desde entonces, Telesforo y José Agustín pasan sus mañanas junto al Canal de Castilla. Hoy han recibido la visita del SEPRONA, que ha acudido para comprobar que todo esté en regla y verificar qué especie están pescando. En Castilla y León hay tres variedades: “El cangrejo rojo americano, el cangrejo señal y el autóctono o europeo”, explica Francisco Javier Lobo, Cabo Primero de la Guardia Civil en el SEPRONA de Valladolid.
En este caso, los cangrejos capturados son de la especie americana, y la normativa sobre su pesca es clara: “Como son especies exóticas invasoras, está permitida su captura sin límite de talla ni cupo. Además, no se pueden devolver al agua para evitar su reproducción y su impacto en las especies autóctonas”, señala Lobo.
Por ello, los pescadores vacían cada retel en el cubo, asegurándose de que los cangrejos no regresen al río. "Lo que pescan es solo para autoconsumo; la comercialización está totalmente prohibida", añade el Cabo del SEPRONA. Eso es lo que harán Telesforo y José Agustín: llevar el cubo directamente a sus cocinas, donde también deben tomar precauciones. “El tratamiento térmico, si se hace de forma adecuada, es decir, alcanzando temperaturas de alrededor de 70 grados en el centro de la pieza, garantiza la seguridad para los consumidores”, explica Rufino Álamo, jefe del Servicio de Información de Salud Pública de la Consejería de Sanidad.
Es fundamental cocinarlos a altas temperaturas para eliminar posibles gérmenes, asegurando así que los comensales puedan degustarlos sin ningún riesgo.
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