La electrificación de nuestro parque automovilístico puede generar nuevas líneas de negocio. Las baterías de los vehículos eléctricos pueden tener una segunda vida y en Segovia saben cómo hacerlo. Ya generan 20 puestos de trabajo directos.

La empresa segoviana, Minería Urbana, lleva años comprometida con el aprovechamiento de baterías. Y estamos en un momento en el que toca sustituir las de los coches eléctricos, a veces por uso y otras por algún defecto. En sus instalaciones las testan, y analizan, y si son reparables, aprovechan sus celdas, las raparan y las venden a profesionales para ser usadas como acumuladores de energía en instalaciones de autoconsumo para que el excedente de energía no se pierda.

Si no se pueden reparar, las descomponen en una “masa negra” a través de un proceso químico para aprovechar los minerales de los que están hechas, y que además son estratégicos para la Unión Europea. Son el níquel, el manganeso o el litio. Consiguen así reducir nuestra dependencia de otros países. Y esto lo hacen con baterías que provienen de ordenadores, teléfonos móviles o por ejemplo, patinetes eléctricos.

Anualmente, reciclan 20 toneladas, pero terminarán el año triplicándolo, ya están en acuerdos con automovilísticas de primer nivel. Ya generan 20 puestos directos.

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