Que uno se halle en un entorno natural y salvaje no implica que pueda portarse como tal, y si lo hace que se atenga a las consecuencias. Más de 300 personas fueron detenidas por la Guardia Civil en 2011 por infracciones medioambientales en toda España. Los agentes arrestaron al 18 por ciento en Castilla y León. En nuestra comunidad se realizaron hubo 54 detenidos y 68 imputados por saltarse a la torera las leyes de protección de nuestro entorno.
Hubo cinco detenciones por provocar incendios. Cuatro de ellas se produjeron por la quema de arbolado y otra por prender fuego a matorrales.
No sólo se ataca el ecosistema con el fuego. Igual de dañinas son las actividades cinegéticas irresponsables. La Guardia Civil se llevó esposadas a tres personas e imputó delitos a otras ocho por cazar lo que no debían, tanto piezas mayores como menores. Los ríos tampoco se salvan. A los juzgados castellanos y leoneses llegaron más de mil infracciones de la ley de pesca.
La actividad del Seprona no se remite sólo a vigilar la vida salvaje, sino también la de los animales domésticos. El año pasado se denunciaron en nuestra comunidad ocho delitos por maltrato hasta la muerte, lesiones o desnutrición.