A tres meses para que prescriba, la fiscalía de la Audiencia Nacional pide la reapertura del caso del atentado de ETA que le costó la vida al comandante Luciano Cortizo en León en 1995 por el procedimiento de la bomba lapa. El fiscal quiere sentar en el banquillo a los terroristas Soledad Iparraguirre y Sergio Polo acusados de asesinato.
La Guardia Civil ha encontrado recientemente documentos que demuestran que Iparraguirre dio la orden a Polo de ejecutar al militar leonés. También ha hallado en el domicilio de los terroristas restos del mismo tipo de explosivo que se utilizó en León.