Santiago de Compostela, 2010. Juan Vicente Herrera y Alberto Núñez Feijóo abrían una nueva etapa en la relación entre Castilla y León y Galicia. Se comprometieron a trabajar juntos en 23 puntos. "Suele haber una colaboración muy clara en materia de sanidad, educación y también en infraestructuras", comenta Pedro Villanueva, del Colegio de politólogos de Castilla y León.
Se refiere a carreteras y comunicaciones que son clave para llegar a los puertos gallegos y generar desarrollo en nuestra comunidad. Porque con Galicia no solo compartimos más de 200 kilómetros de frontera y tenemos una población similar de dos millones y medio. Eso sí, nosotros con menor densidad. Por eso la importancia de ese protocolo de colaboración. "Porque al final los sectores que tienen Castilla y León y Galicia son muy afines en muchos términos", añade Villanueva.
Las dos comunidades coinciden también en otros puntos. Por ejemplo, comparten postura sobre la protección del lobo o la apuesta por el corredor atlántico norte, junto a Asturias.
Además, los dos participaron en el pacto por la financiación autonómica, Cumbre de Santiago. Frente común de ocho comunidades en 2021 para exigir a Pedro Sánchez que la condonación de deuda se negocien solo en foros multilaterales.
También, por primera vez, las Edades del Hombre tendrán dos sedes en comunidades autónomas diferentes: Villafranca del Bierzo y Santiago de Compostela.
Muchos puntos en común que deben actualizarse para resolver problemas de hoy. El nuevo convenio entre las dos comunidades está avanzado, pero no se puede suscribir hasta después de las elecciones.
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