El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha subrayado que las centrales nucleares españolas están sometidas ya a "rigurosos exámenes de sus condiciones de seguridad", de su estado y de la "calidad de su funcionamiento", pero ha adelantado que no descarta hacer alguna "exigencia más" a alguna de ellas "ante hipotéticos riesgos" si así lo aconsejan los nuevos exámenes.
"Lo que vamos a hacer ahora es asegurarnos más", ha dicho Zapatero en declaraciones en el Congreso después de que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, haya anunciado que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) revisará de nuevo los sistemas de seguridad de las centrales españolas.
"Japón debe servir como experiencia, debemos extraer conclusiones, pero conclusiones medidas, conclusiones científicamente avaladas, y eso es lo que debe sostener las decisiones políticas al respecto", ha manifestado.
Zapatero ha precisado que los nuevos "informes complementarios" encargados al CSN son los que ha recomendado la Comisión Europea y se centrarán en las "ubicaciones" de las centrales nucleares y en el riesgo de terremotos, inundaciones u otras catástrofes naturales y su posible impacto en las centrales.
"Todos sabemos cuáles son las condiciones geográficas y naturales de nuestro país", ha señalado para subrayar que, aunque se deben hacer estos informes, "hay motivos para mantener la tranquilidad". "La iniciativa, ha precisado, "busca fundamentalmente reforzar la convicción de la seguridad, las condiciones de la seguridad con informes aún mucho más exigentes".
Eso sí, no ha podido precisar cuánto tiempo llevará la elaboración de los nuevos exámenes porque, según ha explicado, antes de someter a las centrales españolas a "pruebas hipotéticas de situaciones muy difíciles" los expertos consideran "fundamental" tener "un buen relato de cómo se han producido los hechos en Japón".
Las razones del "colapso" de la central de Fukushima y por qué no funcionaron ni se pudieron "restaurar" los sistemas alternativos de refrigeración --que ha sido "la clave de la crisis"-- son los hechos que los científicos necesitan conocer, según ha detallado Zapatero.
Es más, ha apuntado que "seguramente" la capacidad de las centrales nucleares para reaccionar ante una falta de suministro eléctrico para y generar mecanismos propios para enfriar sus reactores es "la gran cuestión sobre la que trabaja la comunidad científica nuclear".
La prioridad es Japón
No obstante, el jefe del Ejecutivo ha remarcado que la prioridad ahora no es tanto sacar conclusiones o ver cómo puede afectar a España la alerta nuclear, sino "ayudar a Japón" y a su pueblo que está "sufriendo".
Zapatero ha reconocido tener una "preocupación seria" por la situación en ese país y ha puesto en valor el comportamiento cívico de los japoneses --"pone de manifiesto la conciencia de pueblo y la altura de compromiso"-- y también la tarea los medios de comunicación que están informando.
No obstante, mientras el comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger, ha calificado de "apocalipsis" la situación, el jefe del Ejecutivo español ha opinado que "cuanto más difícil es una situación más contenidas deben ser las palabras" y ha llamado a aplicar "la racionalidad".
La evacuación no es imprescindible
Por otro lado, preguntado por las posibilidades de evacuación de ciudadanos españoles en Japón, Zapatero ha asegurado que el Gobierno facilitará el retorno a los españoles que lo deseen, pero ha recalcado que será "coherente" en "respetar y atender" la información que den las autoridades japonesas sobre los niveles de radiactividad.
En este punto, ha subrayado que la información transmitida hasta ahora por Tokio es "tranquilizadora" porque no se ha producido un "desbordamiento en el nivel de radiación". Así, ha recalcado que el Gobierno de España no puede decir que sea "imprescindible salir de allí" a partir de la información que aporta el Gobierno japonés que, según ha recalcado Zapatero, vela por sus ciudadanos.
'No hay prejuicios ideológicos'
Por otro lado, ha confiado en que ahora desaparezca la acusación contra él --lanzada principalmente por el PP-- de que es contrario a la energía nuclear por "prejuicios ideológicos" y ha llamado a plantear el debate energético, que será uno de los "grandes debates", "en términos de racionalidad, no ideológicos".
Sobre ese punto, ha argumentado que "las cosas se ven distintas cuando uno es presidente del Gobierno", de modo que a la hora de decidir sobre temas "delicados" un presidente tiende, "como en una reacción química" a ser "lo más prudente y reflexivo posible".
Así, aunque ha reconocido que la energía nuclear tiene "importancia para la producción de energía" y la energía es "un problema", ha defendido que "a un gobernante" siempre le parecerá que la seguridad se puede aumentar.
De este modo, ha sostenido que la edad de las centrales "es un factor relevante", porque serán más seguras cuanto más modernas sean y, por ello, ha aprovechado para defender su decisión de cerrar en 2013 la central de Garoña, en Burgos.