La inestabilidad política sigue asentada y encallada en oriente próximo. En Siria once civiles han muerto por los disparos de las fuerzas de seguridad durante el asalto a una localidad próxima a la frontera con Líbano. Aunque los tanques han abandonado Hama, el Gobierno sirio asedia otras ciudades para aplacar las protestas que piden el fin de Al Assad.
Desde Washington, la secretaria de Estado Hillary Clinton ha pedido a China y a los países europeos que den más pasos para presionar al régimen de Al Assad. A esto la Unión Europea ha respondido que está considerando ampliar las sanciones contra Siria.
También en el Mediterráneo, en Libia, continúa la inestabilidad política y los enfrentamientos entre el bando rebelde contra el Gobierno del dictador Muamar el Gadafi. Con sus pick ups convertidos en improvisados vehículos de combate, las fuerzas insurrectas han tomado el control de la ciudad de Brega, en la parte oriental del país.
A punto de cumplirse medio año de conflicto armado en Libia, ya son más de 600.000 personas las que han huido del país y 200.000 los desplazados a otros lugares del desierto.