A Ana Arceredillo le detectaron cáncer de recto y las secuelas que la radioterapia le dejó le hacían imposible mantener un día a día normal. Con el uso de la cámara hiperbárica, su organismo se regenera gracias a un nivel de oxígeno 5 veces mayor que llegan a sus células. Anne Escribano, Oncóloga y especialista en medicina hiperbárica, afirma que ''lo que se consigue con la oxigenoterapia hiperbárica es mejorar la oxigenación a través de todos los tejidos. No solamente a nivel de los tejidos dañados, sino a nivel de todos los tejidos''.
En el caso de Ana, se recomendaron hasta 45 sesiones. Después de superar el cáncer, afirma que para ella ha sido milagroso. En este tratamiento también encuentran alivio personas que arrastran las secuelas de la COVID-19. Es el caso de Karem Martínez, fisioterapeuta de la propia clínica. Se trata del único centro privado de la Comunidad que cuenta con este servicio y al que ahora acuden pacientes derivados de la sanidad pública. El tratamiento también se ha usado en personas con pérdida de memoria o dermatitis.