Raúl González es un joven vallisoletano de la localidad de Villafranca de Duero que creció jugando entre ovejas, e incluso afirma que prácticamente “nació debajo de una de ellas”.
A pesar de que el sector siempre le había llamado la atención, decidió estudiar y formarse para ser cocinero.
Tras varios años trabajando en distintos restaurantes y con la pandemia como detonante, decidió volver a casa y apostar por el negocio familiar.
Él pasa a ser la cuarta generación a cargo de la ganadería. Delante de nuestras cámaras nos dice que “siempre tuvo claro que volvería”. Además, nos deja claro que “el cambio fue para mejor” y que en estos momentos su “obligación” es que “el ganado siempre esté bien”.