La pasión viviente de Jueves Santo de Grijota, a unos seis kilómetros de la capital de Palencia, se revivió una Semana Santa más gracias a la aportación de una treintena de actores y actrices aficionados.

Alrededor de 400 personas siguieron de nuevo la Pasión, que se celebra junto a una ermita románica, y que tiene como protagonista estelar al vecino Ignacio Barrero, que a sus 51 años y descalzo sigue representando la agonía que sufrió Cristo en la cruz con una corona de espinas que él mismo confecciona.

La Pasión Viviente de Grijota, que se representa desde hace doce años, cuenta con el trabajo de una veintena de actores, seis de ellos mujeres, que representan a los soldados romanos, la Magdalena y a Cristo.

El Cristo soporta a sus espaldas una pesada cruz durante su particular Calvario en las 14 estaciones de oración del Vía Crucis, que recorre varias calles del pueblo partiendo de la iglesia parroquial y que llega hasta la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, templo del románico de transición de los siglos XI y XII.

Guardo lo escenificará el Viernes Santo

Otra de las representaciones vivientes de la Pasión en la provincia y que destaca por su singularidad será la que tendrá lugar mañana viernes 2 de abril en Guardo por parte de la Asociación Cultural del Barrio Barruelo.

Se trata de una escenificación en la calle con actores aficionados que integran esta agrupación, en un acto que los propios organizadores califican de único en Castilla y León.

Más de 70 personas posibilitarán que la vigésima representación de esta "La Pasión" reviva acontecimientos como la última cena, la traición de Judas, el Vía Crucis o la Crucifixión ante los ojos de las más de tres mil personas que se prevé invadan los aledaños de la plaza del barrio guardense, al aire libre y sin telones.