Ya van por 1.900 fallecidos

Rescatan a varios supervivientes atrapados tras el devastador tsunami

  • El número de víctimas aumenta con el paso de las horas
  • Miles de personas se refugian en pabellones porque lo han perdido todo

Alberto Tapia / rtvcyl.es

En Japón sigue aumentando el número de víctimas tras el terrible seísmo y el posterior tsunami que se produjo el viernes. Las fuentes oficiales cifran casi 1.900 muertos y 3.000 desaparecidos, pero se teme que el número de víctimas se multiplique con el paso de las horas.

Han transcurrido cuatro días desde el terremoto. El panorama es desolador. En algunas ciudades recogen los cadáveres de entre los escombros, y en otras, como en Otsuchi, los etiquetan en bolsas a la espera de ser reclamados por sus familias.

El portavoz de Cruz Roja Internacional ha indicado que esta localidad del norte del país es "posiblemente la más afectada de la costa del noreste de Japón". Ha asegurado que la ciudad ha sido devastada totalmente y ha señalado que "había una población de unos 17.000 ciudadanos y se teme que hayan muerto unas 9.000 personas".

Todavía hoy se han encontrado supervivientes. Una anciana ha sido rescatada del interior de un coche, donde ha permanecido atrapada desde el pasado viernes. Un equipo de rescate ha logrado ponerla a salvo. También entre las ruinas de un edificio derrumbado han logrado rescatar a un hombre.

Historías así se cuentan por miles, como la de un vecino que ha relatado con angustia que sabe dónde están sus hijos, que están bien, pero se muestra inquieto porque no conoce el paradero de su mujer.

Las ciudades están arrasadas y miles de personas se refugian en pabellones porque han perdido sus casas. Muchos quieren regresar. La estudiante china Luo Di ha lamentado que el principal problema es que no hay comida en los lugares arrasados. Anhela volver a casa "lo antes posible".

Otro estudiante ha recordado el momento de la sacudida. Relata que apenas podían estar de pie durante el terremoto: "Todas las estanterías, incluyendo los equipos del laboratorio y las medicinas, se cayeron al suelo. Nosotros nos refugiamos bajo los escritorios… Los temblores eran muy fuertes, sólo pudimos agarrarnos a las mesas y balancearnos con ellas. Había ruidos muy fuertes, crujía el hormigón del edificio…".

La devastación se repite en una y otra ciudad. En Ofunato, donde sólo quedan los cimientos, 2.500 casas han sido arrasadas por el tsunami y más de 7.000 personas se han quedado sin hogar.