Crear historias, para ganar votos. Es el objetivo del relato político. Un esfuerzo que hacen los partidos con expertos para apelar al sentimiento y convencer a los votantes. Por ejemplo, en el relato de la amnistía. Expertos nos cuentan que la oposición, PP y Vox, tratarán de usarlo como desgaste al Gobierno. El PSOE, que se olvide lo antes posible y poner pronto el contador a cero.
"El relato es como el aceite que engrasa el motor de la política, es un tema emocional, las personas no solo votan por temas racionales", define el politólogo y Director de Asuntos Públicos de Atrevia, Manuel Mostaza.
Importante el papel de la cultura, los medios de comunicación y la historia. También, dice Mostaza, los "especialistas de comunicación que ayudan a convertir estas ideas que flotan en el ambiente en un relato atractivo para tus votantes, que los movilice y también que desmovilice a los de enfrente".
Porque son ellos, los partidos, los que imponen su narrativa: de qué se habla y cómo se habla. Por ejemplo, Sánchez firmó el acuerdo con el PNV, una imagen que no se vio con Junts desde Bruselas.
Por eso cada quien aprovechará para ver quién impone su relato.
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