Margarita Mediavilla, profesora de ingeniería de la UVA

'Es una locura construir centrales nucleares sin saber cuando se acabará el Uranio'

  • 'La energía nuclear no sustituye al petróleo, como se ha insinuado muchas veces'
  • La energía nuclear lo único que nos ofrece es electricidad

Mayte García Aboitiz / rtvcyl

El reactor numero uno de la central de Fukushiman en Japón, es idéntico al de la central nuclear de Santa María de Garoña en Burgos. Este lunes Suecia y Alemania ya han anunciado que se replantearán la vida útil de sus centrales. Aquí en España el debate sigue abierto en torno a la central de Garoña.

Margarita Mediavilla, profesora de ingeniería de la UVA y miembro de Ecologistas en Acción acude a la entrevista Primera Hora para expresar sus impresiones sobre la vida de las centrales nucleares.

Para la profesora las centrales nucleares son peligrosas y recogen muchos aspectos negativos. ‘Lo que está pasando en Japón es muy grave. La energía nuclear posee muchos problemas; la peligrosidad, el tema de los residuos, etc. Es una tecnología que debemos ir abandonando poco a poco. Los residuos de la central nuclear tienen un tiempo de vida extremadamente largo. Esa prolongación ‘tira por tierra’ cualquier análisis de ciclo de vida o cualquier análisis de peligrosidad, y ya no sólo por lo peligroso, sino también por los elevados costes que tiene. Una central que tiene un residuo que dura 20.000 años no puede ser rentable’, asegura.

Margarita Mediavilla cree que la energía nuclear no sustituye al petróleo, como se ha insinuado muchas veces. El petróleo nos da combustibles líquidos que son tremendamente versátiles e indispensables para el transporte. La energía nuclear lo único que nos ofrece es electricidad. Ésta se puede generar de muchas otras formas, con combustibles fósiles o incluso renovables, explica.

Para la profesora es una locura construir nuevas centrales nucleares que requieren inversiones enormes y unos plazos de amortización muy altos. ‘Es una locura construir centrales nucleares sin saber cuando se acabará el uranio’, concluye.