El pasado 1 de julio de 2010 se inició el registro de galgos en el Libro de Orígenes que la Federación Española de Galgos ha sacado adelante y está imponiendo en todo el territorio nacional.
El propio presidente, de la FEG, el vallisoletano, Carlos Sanz, encomendó este proyecto al tordesillano Óscar Hernández Zarzuelo, cuando éste entró a formar parte de la Junta Directiva de dicha federación, una difícil tarea como lo es el poner encima de la mesa un plan de registro que pudiera satisfacer las necesidades para afrontar un modelo de registro tan innovador como necesario para esta modalidad deportiva.
El proyecto ha a supuesto más de un año de trabajo, junto con una modificación del reglamento de competición y fue aprobado por el Consejo Superior de Deportes, pues sembraba las bases para afrontar con garantías el mismo.
El presidente del CSD, Jaime Leiziavesky y el del Comité Olímpico Español Alejandro Blanco felicitaron por escrito a la FEG por el proyecto aprobado y la magnitud y notoriedad del mismo, alentando a la federación galguera a seguir adelante con la implantación.
“Un libro de registro de orígenes supone que todos los animales (en este caso los galgos) que forman parte del mismo, estén registrados, identificados y genotipados, desde el nacimiento.
Para ello, era necesario que la FEG tuviera un banco de ADN donde guardar todas las muestras sanguíneas de los animales y es por ello que, - según nos cuenta Oscar Hernández-, se firmó un convenio de colaboración y alquiler del banco con la Universidad Complutense de Madrid. Como en cualquier otro libro de orígenes es necesario, además, que estén todos los reproductores registrados, para posteriormente hacer registro de las cubriciones, los nacimientos, la confirmación de los cachorros y por último la inscripción en el libro, como competidores. Para ello la FEG, ha contratado los servicios de varios veterinarias que a un precio bastante asequible dan un servicio en el registro e identificación de los animales, así como en la recogida de muestras sanguíneas para el banco”, comenta Óscar Hernández.
Hace muchas décadas que este tipo de libros se utiliza en los países desarrollados que compiten con galgos, como Irlanda, Inglaterra, EEUU o Australia y es cierto que varios presidentes de la FEG han querido dar el paso para sacar este proyecto tan ambicioso hacia adelante. Pese a que no ha sido nada fácil, por la dificultad de afrontar un proyecto tan novedoso y la incertidumbre que crea entre los propios federados, por fin se ha hecho realidad de forma seria y fiable lo cual, ha supuesto que asociaciones galgueras de países como Argentina se fijaran en el proyecto y se pusieran en contacto con la federación para intentar trasladarlo a su país.
“El libro va a servir para ponernos al mismo nivel que el resto de países desarrollados que trabajan con animales funcionales o de trabajo, para tener controlados a todos los galgos de los federados desde su nacimiento hasta su muerte, evitar la cría indiscriminada de galgos que se destinan a la competición y así poder desmarcarse a nivel federativo de cualquier acusación de maltrato o abandono de galgos fruto de la presión mediática que nuestra afición está sufriendo en la actualidad. Además, partiremos de una base genética fiable que nos permita criar de los animales más cualificados funcionalmente en la competición.
Por último, se evitarían los robos con destino competitivo, es decir, aquellos animales que son robados con el objetivo de que ellos mismos o sus descendientes puedan llegar a competir bajo la tutela de la FEG”, matiza Hernández Zarzuelo.
Esta es una de las claves del libro ya que a todos los galgos que compitan, en el futuro, en competiciones oficiales, deberán pasar, además de los ya conocidos controles de doping, un análisis de contraste o filiación que confirme que ese competidor es de los reproductores con los que se inscribió en el libro y del propietario que en su día confirmó al animal.
Como es normal la FEG ha marcado unas pautas para plasmar este proyecto, de tal forma que se vaya integrando poco a poco para que todos los galgueros tengan cabida en el mismo, por lo que hasta la temporada de competición 2013-2014 no se dará por concluida la instauración del plan y es a partir de éste periodo cuando solo tendrán cabida en la competición federada, los galgos que estén inscritos en el Libro de Orígenes de la FEG.
A día de hoy, tal y como nos informan desde la FEG, ya hay más de un millar de animales inscritos con más de 600 reproductores en el mismo y más de 60 camadas inscritas, lo cual no es más que un síntoma claro del éxito rotundo que está suponiendo su implantación.