En el verano pueden aparecer alteraciones en las aguas por el aumento del consumo. Los Ayuntamientos son quienes hacen los controles de potabilidad, pero los servicios territoriales de cada provincia también se encargan de hacer los análisis.

El agua de consumo humano se analiza periódicamente para asegurar que son salubres y limpias. Los Ayuntamientos son los encargados de los controles de potabilidad, pero los servicios territoriales de cada provincia también hacen contra análisis. "Toman muestras en agua de captación, emiten informes sobre todas las infraestructuras que se hagan nuevas de captación, de depósitos, de redes de distribución", explica Carmen Fernández, técnico en el laboratorio de Salud Pública de Zamora. Los análisis los hacen en tiempo récord, "el agua nos llega, antes de las 24 horas tenemos que realizar los distintos ensayos que nos piden los técnicos y en un plazo máximo de 2- 3 días tendremos los resultados", segura José Luis Blanco, responsable de Calidad en el laboratorio de Zamora.

En el verano pueden aparecen alteraciones en las agua porque el aumento del consumo hace que sus niveles disminuyan y podría haber mayor concentración de ciertos compuestos. "Se analizan distritos parámetros, los principales que pueden surgir pues son nitratos, fluoruros, cloruros, manganeso y hierro”, cuenta Casto López, Jefe del Servicio Territorial de Sanidad.

Estas pruebas permiten encontrar la presencia de de diferentes parámetros. En el caso de los nitratos, en ocasiones provienen de la actividad agrícola. "Puede que al fluvial haya vertidos que provoquen ese resultado excesivo de nitratos", afirma José Luis Blanco. 

A través de análisis como estos, hace dos años, se pudo detectar la presencia de arsénico en los suministros de Toro. Y también se hicieron en la Sierra de la Culebra, después de los incendios, para comprobar si las cenizas habían llegado a las aguas.

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