Su trabajo suele pasar desapercibido, pero es un pilar fundamental para que nada falle mientras los ciclistas ruedan. La seguridad de La Vuelta está en manos de la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial (UMSV) de la Guardia Civil, de cuya coordinación se encarga el comandante Óscar Rúa desde León.
El operativo está formado por 130 agentes, de los cuales 14 son de Castilla y León. A ello hay que sumar el resto de medios. "Son 93 vehículos. Tenemos un helicóptero, un autobús, camiones, furgonetas, 59 motocicletas…", enumera. También cuentan con un equipo antidrones.
La preparación comienza meses antes de la primera etapa; normalmente, "a partir de diciembre". Aunque hay aspectos comunes, una jornada no tiene nada que ver con otra. "Las etapas que pasan por poblaciones suelen ser complejas. Las de montaña nos exigen hacer una gestión de los accesos", diferencia.
A ello hay que sumarle las contingencias propias de los agentes. No es sencillo encontrar un alojamiento que cumpla con los requisitos y, mucho menos, hacerlo "en temporada alta". Además, la Guardia Civil tiene que coordinarse con "policías locales, autonómicas y con la policía competente en Holanda, porque empezamos en Utrecht".
Estos agentes desarrollan su cometido con un objetivo claro. "El verdadero protagonista es el ciclista". Y el suyo es un trabajo fundamental para que esta máxima se cumpla.
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