La búsqueda de los miles de desaparecidos continúa sin descanso en Japón. Todavía hay gente atrapada en zonas aisladas donde sólo pueden llegar helicópteros a rescatar a los supervivientes del terremoto. Las personas buscan desesperadas en las listas en las que se encuentra el nombre de las víctimas, el nombre de sus familiares con la esperanza de que todavía estén con vida.
En las calles reina el silencio. Todo esta lleno de escombros y los coches arrastrados por el agua se acumulan en montones, lo que complica el trabajo a los equipos de rescate. Largas filas de coches hacen cola para llenar los depósitos de gasolina ante la posible escasez. En Tokio por el momento sólo se deja hechar dos litros de combustible por vehículo.
Una catástrofe que ha dejado pueblos totalmente arrasados. Se habla ya de 20.000 casas destruidas, más de un millón de hogares sin electricidad ni agua corriente y el transporte y las comunicaciones tardaran el volver a la normalidad.