Intentan desatascar el desacuerdo de noviembre sobre los Presupuestos de la Unión entre 2014 y 2020. Ya incluía un reducción de 80.000 millones de euros respecto a las intenciones de la Comisión. Ante el veto de entonces, Herman Van Rompuy va a presentar una propuesta a la baja con un tijeretazo de al menos otros 15.000 millones de euros, que afectará fundamentalmente a la administración comunitaria y las infraestructuras, pero que también podría hacer menguar otras partidas, como la Política Agraria Común, para la que se especula con un recorte de entre el nueve y el dieciocho por ciento.

No sabremos hasta esta tarde la propuesta concreta. Sí que parece que Van Rompuy va a mantener su compromiso con España. En la última cumbre Mariano Rajoy consiguió un cheque para nuestro país de 2.500 millones de euros para ayudas a regiones y a la agricultura.

Aparte de ese talón  Rajoy busca minimizar las pérdidas, pues todo apunta a que España va a recibir menos de lo que aporte a los presupuestos. El presidente se ha alineado con los llamados amigos de la cohesión, encabezados por Francia, que quieren que las cuentas no reflejen un gran recorte para compensar los ajustes nacionales. En frente tiene a Alemania, Reino Unido y los nórdicos, partidarios de la austeridad a ultranza.

Más consenso habrá sobre un fondo para combatir el paro juvenil en los presupuestos que contará con entre 3.000 y 5.000 millones de euros.