La crisis dio al traste con el gran proyecto urbanístico que Inversiones Financieras del Duero pensaba desarrollar en los terrenos de la antigua azucarera. Y así comenzaron los problemas.
Este problema ya fue denunciado por diferentes grupos políticos y asociaciones en el pasado, aunque fue el propio ayuntamiento el que solicitó a la Junta para que interviniera como responsable de Medio Ambiente. La administración regional inició un expediente que quedó dormido.
Los vecinos aseguran que esta situación es insoportable en las zonas del pueblo más cercanas a los terrenos.
El ayuntamiento creará una comisión permanente para hacer un seguimiento del proceso. La Junta, por su parte, se ha comprometido a analizar los restos de la zona y a dar una respuesta antes de octubre.