De una sana afición a un deporte de alto riesgo. Pedalear por la zona vallisoletana de Simancas se ha convertido en algo especialmente peligroso, sobre todo, en época de caza.
En su camino por los senderos, zanjas como esta empiezan a ser habituales.
Hoy está prácticamente tapada pero hace unos meses estaba así... totalmente abierta y con el peligro que para los ciclistas supone en pleno cambio de rasante. Y hay más.
Eliminar las marcas que señalan los senderos correctos también es habitual entre quienes boicotean el paso de las bicicletas.
Nadie sabe exactamente por qué lo hacen, pero sí que estas acciones ya han dejado heridos.
Para evitarlo, la mejor opción pasa por denunciar en la Guardia Civil.
De momento, ya ha habido detenciones, aunque ellos, lo que realmente quieren es poder pedalear por el monte sin miedo.