VIVIENDA

La neuroarquitectura: cuando la manera de construir influye en nuestra salud

  • Para determinar que un espacio sea sano hay aspectos que van desde la distribución o la orientación, hasta la iluminación o la acústica.

  • Los diseñadores ya lo incluyen en sus criterios, y el sector de la construcción va tomando conciencia

Lidia Corral

Probablemente, si ha visitado un claustro romano, estar allí le haya generado tranquilidad. Es una cuestión de proporciones... y de luz. Y seguro que recuerda aquel restaurante en el que se encontró muy incómodo porque era oscuro o había mucho ruido. Los espacios tienen un efecto directo en nuestra salud. Es lo que se conoce como neuroarquitectura.

Esto lo saben bien, por ejemplo, en las áreas de pediatría de los hospitales: colores y sitios adaptados para los pacientes más pequeños. "El primer paso en un niño es el rechazo y el miedo a la tecnología y a los espacios si no están adaptados", asegura Hermenegildo González, jefe de la Unidad de Oncohematología pediátrica del Hospital Clínico Universitario. Afrontar diagnósticos difíciles en entornos amables tiene múltiples beneficios para el paciente, principalmente emocionales. Por eso, en pediatría están acostumbrados a trabajar en espacios así: "Para mejorar la estancia hospitalaria de los niños oncológicos, que a veces es muy larga. Son espacios que les hacen sentir como en casa. Es una cuestión de dignificar al paciente y de humanizar la asistencia de estos pacientes", asegura.

Pero desde el Clúster AEICE de Hábitat Eficiente reclaman que estos espacios sanos deberían rodearnos no solo en hospitales o colegios, sino en nuestro hogar y en nuestro puesto de trabajo. "Cuando las personas compran un alimento, analizan si es sano o no. Necesitamos que las personas se fijen en su trabajo, en su casa, en su hospital... y se pregunten cómo es ese edificio y cómo afecta a su salud y a su bienestar", afirma Enrique Cobreros, director del clúster. Y para determinar que sea sano o no hay aspectos que van desde la distribución o la orientación, hasta la iluminación: "No es lo mismo iluminar de una manera que de otra. Hay que buscar la iluminación circadiana. Una que nos dé colores más blancos por la mañana y más cálidos por la tarde. Porque eso es lo que va a permitir que nuestro cuerpo genere serotonina. Serotonina para que durmamos mejor y que afrontemos de manera óptima el día siguiente", explica.

Los diseñadores ya lo incluyen en sus criterios. El sector de la construcción va tomando conciencia. De ahí la importancia del V Congreso Life Habitat, que durante los días 18 y 19 de junio trata temas como la arquitectura saludable o esta neuroarquitectura, de la mano de más de 50 expertos y 200 asistentes reunidos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.

Puedes estar informado de las principales noticias de Castilla y León en nuestros perfiles de Facebook y X