La ONU ha pedido a las autoridades de Libia que le permitan acceder a todas las zonas donde se desarrolla el conflicto, tanto las controladas por el Gobierno como las tomadas por los rebeldes, para evaluar el impacto de la violencia en la población civil, según ha informado este domingo el coordinador humanitario de Naciones Unidas para Libia, Rashid Jalikov.
Cientos de miles de personas han huido del país norteafricano desde que a mediados del pasado febrero comenzó el alzamiento contra el dirigente libio, Muamar Gadafi, que ha lanzado una dura contraofensiva. Los civiles que viven en las zonas afectadas por los enfrentamientos han denunciado escasez de alimentos, medicamentos y agua limpia.
Jalikov ha declarado a la agencia Reuters a su llegada a Trípoli que su delegación espera tener acceso a todas las zonas: "Hemos pedido permiso para tener un acceso sin trabas".
"Nuestra labor consiste en intentar negociar con el Gobierno de Libia (...) sobre los preparativos de una evaluación en condiciones de las necesidades humanitarias que hay en el país", ha explicado.
Algunos responsables de la ONU dicen que el conflicto libio es ya una guerra civil y que cada vez es más complicado conseguir información sobre las implicaciones de la violencia en la situación humanitaria.
"Lo principal es averiguar qué está pasando, porque no lo sabemos", ha indicado Jalikov, que ha destacado que, según la información disponible, "la población civil está sufriendo mucho". "Esperamos poder conseguir que todas las partes alcancen un acuerdo (...). Hablaremos con todas las partes beligerantes", ha agregado.
Algunas ciudades, como Misrata (oeste), han sido rodeadas por las fuerzas de Gadafi, lo cual ha provocado problemas en el suministro de alimentos y medicamentos, según sus habitantes. Pero es difícil confirmar este tipo de informaciones porque las autoridades cada vez restringen más la libertad de movimiento de los periodistas en Trípoli y sus alrededores.
Cuando se le ha preguntado si la delegación de la ONU visitará ciudades como Misrata o el bastión de los rebeldes, Benghazi (este), el coordinador humanitario ha contestado: "Eso esperamos".
"La situación cambia de un día para otro", ha agregado. "Esperamos poder avanzar en nuestras tareas, pero no sabemos realmente adónde nos llevará esto", ha manifestado.