Francisco Javier López es el organista de la Catedral de Ávila y se ha propuesto cumplir el sueño de Ascensio y Margarita: escuchar el órgano de la catedral. Todo un concierto privado para dos personas invidentes que, por primera vez, van a sentir a la fortior abulensis a través de los sonidos que su granito sangrante hace rebotar.