La Semana Santa en Castilla y León se caracterizará por un ambiente fresco y húmedo con presencia de chubascos localizados, según han explicado fuentes de la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

A pesar de las dificultades de predecir con detalle a largo plazo las condiciones meteorológicas, con un tiempo tan inestable como el de estos días, según Juan Pablo Álvarez, de la AEMET en Castilla y León, los intervalos nubosos y los chubascos localizados predominarán en la Comunidad hasta el 4 de abril.

El miércoles 30 de marzo permanecerá con precipitaciones en el noroeste de la Comunidad, que se desplazarán a medida que pase la jornada hacia el este y no se descarta que se produzcan tormentas ocasionales.

La posibilidad de heladas débiles en las zonas más altas de la Comunidad continúa durante el jueves, jornada que se prevé, dentro de la nubosidad permanente, un poco más soleada, especialmente en las zonas centrales de la meseta, según la AEMET.

Durante el viernes 2 de abril, se anuncia un día con nubosidad pero menos lluvioso que los precedentes, excepto en el noroeste, por el frente atlántico que se estacionará en Galicia. El aire del sur que llegará a la meseta a lo largo del día ocasionará una leve subida en las temperaturas máximas, sin sobrepasar los dieciséis grados en la Comunidad.

Para el fin de semana persistirá la nubosidad, las precipitaciones débiles y dispersas, con una suave bajada de las temperaturas.

En resumen, la semana se presenta muy variable, con predominio de nubosidad, precipitaciones débiles y moderadas a lo largo de la Comunidad, temperaturas bajas que pueden ocasionar heladas y precipitaciones en forma de nieve, especialmente durante la noche del martes al miércoles y en el noroeste de Castilla y León