Los precios volvieron a subir en Castilla y León en mayo y ya van tres años y tres meses de ascensos. La inflación se sitúa en el 3,55, una décima menos que la media nacional. Se debe sobre todo al aumento del coste de la electricidad, el transporte, los restaurantes y hoteles. La inflación subyacente, sin energía y alimentos, se incrementa una décima. Palencia ha sido la provincia de la comunidad, y la tercera de España, con menor subida de los precios respecto a hace un año, un 3%, seguida de Valladolid. En el otro extremo se sitúan Burgos y Soria. El aumento del coste de los alimentos se ha moderado, aunque sigue aún por encima del 4%, destacando sobre todo la carne de ovino y el chocolate y el ya clásico aceite de oliva, que por primera vez baja en año y medio, pero aún cuesta tres veces más que en 2021. Y ya empiezan a producirse subidas en los productos típicos del verano y de las vacaciones.

Con el verano a la vuelta de la esquina, el precio de los paquetes turísticos nacionales se dispara más de 17 puntos que en mayo y casi 6 más que el año pasado. Al contrario que los internacionales, que han bajado casi un 3% con respecto a 2023. Los alojamientos siguen en la misma línea. Hoteles, hostales y pensiones han incrementado su precio un 9%.

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