Cumplidos los 50, Marina ha conseguido la cátedra en derecho mercantil. Dice ser una representante no representativa del colectivo trans porque ella tiene trabajo, familia y dos hijos.
Consagrada activista reclama una ley LGTBI en Castilla y León. Una norma que lleva años estancada. Nuestra comunidad es una de las pocas que no tiene ley y eso genera obstáculos.
Si mira al pasado, nos cuenta que borraría el tiempo que tardó en decidirse a hacer la transición y recuerda a todas las personas del colectivo que lucharon y que se quedaron en el camino.
Porque la realidad se refleja en los datos. 8 de cada 10 mujeres trans están en paro y viven sometidas a una doble discriminación: el ser mujer y transexual.