Europa Press / Luxemburgo
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha admitido este lunes que "el hartazgo de las reformas es visible en las calles de Atenas y Madrid" y que también hay un "cansancio de ayudas" en los países nórdicos. Pero tanto Rehn como el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, han resaltado que no hay alternativa a las políticas de ajuste.
"Los tiempos son difíciles. El hartazgo de las reformas es visible en las calles de Atenas, Madrid y en otras partes y también hay cansancio de asistencia en algunos de nuestros Estados miembros", ha dicho Rehn en rueda de prensa al término de la reunión de ministros de Economía de la UE consagrada a Grecia.
"Lo que necesitamos ahora es tender puentes de forma determinada y proseguir las reformas en esta coyuntura crucial", ha defendido el comisario de Asuntos Económicos.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo ha reconocido que "hay un sentimiento creciente en Grecia y otros países de que estamos asistiendo a una desigualdad social según los cual los más débiles pagan una factura desproporcionada" por la crisis.
"No hay que ignorar este otro efecto contagioso que puede afectar a poblaciones enteras", ha apuntado Juncker.
"No hay otra opción que consolidar las finanzas públicas en Grecia y otros países debilitados. Pero el pueblo griego, para poder respirar, necesita esperanza y debemos considerar el diseño de una política de crecimiento que pueda ser útil para Grecia y para las ambiciones individuales de los griegos", ha proseguido.
En este sentido, el presidente del Eurogrupo ha reclamado "dotarse de instrumentos que nos permitan estimular el crecimiento en los países debilitados y especialmente en Grecia". "No podemos desoir lo que nos dicen las calles griegas", ha concluido.