Cinco mil afectados. La mitad de muertes. Son hasta ahora las cifras que arroja el ébola, una enfermedad que desde el verano mantiene en vilo a la OMS y también a los medios de comunicación. Durante los últimos meses está protagonizando portadas de periódicos y raro es el día que no aparezca en los informativos de televisión o en las radios.
Quizá sea porque es una enfermedad para la que, de momento, no hay cura. O porque a Occidente han llegado los primeros casos, lo cierto es que el impacto mediático de esta enfermedad ha sido infinitamente mayor que el de otras con las que a diario conviven los africanos.
En Médicos Sin Fronteras las llaman las enfermedades olvidadas, pero sus cifras producen escalofríos. La malaria afecta a 207 millones de personas en el mundo. En el año 2012 provocó la muerte de 627.000 personas.
Cada año se diagnostican, a nivel mundial, nueves millones de casos de tuberculosis. Enfermedad por la que fallecen 1,7 millones de personas. Cada día, durante todo un año, mueren 1.600 niños por diarria. Son enfermedades que no sólo afectan al contienen africano, si no a países en vías de desarrollo. El chagas, muy común en Latinoamérica, afecta a ocho millones de personas y provoca la muerte al año de 12.500.
Son enfermedades que no pasan desapercibidas para el Padre Álvaro Palacios. Un misionero vallisoletano que desde hace 35 años dedica su vida a los demás en distintos países africanos. Palacios reconoce que junto a estas enfermedades existen otros problemas: la falta de educación y las guerras.