El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha admitido que teme que la crisis de Grecia se contagie a otros países de la eurozona. Rehn ha confirmado además que la ayuda urgente de 12.000 millones de euros para Atenas está condicionada a que el parlamento griego apruebe el plan de austeridad pactado con la UE y el Fondo Monetario Internacional a principios de junio.
"Estoy preocupado por un posible contagio y por eso estamos tomando las decisiones sobre el próximo pago, que está condicionado a que el parlamento griego vote a favor de la estrategia fiscal a medio plazo", ha dicho Rehn a la entrada de la segunda jornada de la reunión de ministros de Economía de la eurozona.
"La condición clave es que el parlamento griego debe respaldar la estrategia fiscal a medio plazo y el programa de privatizaciones antes del final de junio. Una vez que se haga esto, el desembolso se hará a tiempo para evitar la quiebra", ha insistido Rehn.
En todo caso, el comisario de Asuntos Económicos ha sostenido que "el euro está seguro" y "es una moneda estable". "Hay una crisis en Europa que es una crisis de algunos países y su deuda soberana. Ahora es esencial que tomemos las decisiones necesarias para superar esta crisis", ha dicho.
Rehn confía en que los ministros de Economía de la UE aprueben este lunes el Tratado que crea el fondo de rescate permanente que empezará a funcionar en 2013 y autoricen el refuerzo de la capacidad de préstamo del mecanismo actual.
El comisario de Asuntos Económicos ha reclamado además a los Gobiernos "responsabilidad" para concluir el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit excesivo por considerar que se trata de "una de las claves de la respuesta global a la crisis".