Un total de 1.495 sanitarios de Castilla y León está de baja por COVID, ya sea por estar contagiado o aislado, lo que impide que puedan desarrollar su trabajo en los centros de salud y los hospitales de la Comunidad. Un dato que es muy superior al registrado la semana pasada, cuando era el millar y que la Consejería de Sanidad ha tratado de compensar, en parte, con la contratación de 1.832 profesionales.
La categoría profesional más afectada por la alta contagiosidad de la variante Ómicron en la sexta ola de la pandemia es Enfermería, que acumula 501 incapacidades temporales, seguida de los médicos (269), auxiliares de Enfermería (256), celadores (77) y otro personal sanitario (16).
En cuanto al reparto de los contratos por incapacidad temporal asociada al COVID, son 568 auxiliares de Enfermería, 466 enfermeros, 247 celadores, 93 médicos, 163 otro personal sanitario y 295 profesionales no sanitario. Los 1.832 nuevos contratados se suman a los 1.581 refuerzos COVID. El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, aseguró que, por desgracia, la Junta no tiene capacidad de contratación porque no hay personal disponible en la bolsa, sobre todo de médicos y enfermeros. "El esfuerzo que se realiza es muy importante, pero hay categorías profesionales en que es imposible cubrir todas las bajas porque no lo encontramos, lo que obliga a reorganizar la asistencia como primera medida, antes de suprimir descansos y vacaciones al personal", sentenció.